Dicen que "triatlón es adaptación". A grandes males, grandes remedios. Cuando la cosa se pone complicada hay que agudizar el ingenio y buscar salidas imaginativas.
Estamos en una temporada rara en el curro (afortunadamente todo bueno por ahora) y los horarios están siendo un poco de locos. Llevo varios entrenos perdidos por salir tarde, casi siempre de natación, y esto no puede seguir así. Yo necesito nadar. Es de lejos mi peor disciplina y necesito trabajarla mucho.
Me he buscado una piscina en Valencia cerca del trabajo, en La Rambleta. Un pedazo de piscina -como la Eduardo Latorre de Alcoy- con 25m de largo por 16m de ancho, 8 calles y unas instalaciones envidiables.
Una solución para esos días que el trabajo se alarga, para no perder la comba y seguir avanzando paso a paso en este reto tan especial.
Pequeñas tretas para continuar en la brecha...
Pequeñas tretas para continuar en la brecha...
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