lunes, 24 de septiembre de 2012

LO MEJOR ESTÁ POR VENIR

Hoy cumplo 32 años y estoy en el mejor momento de mi vida.
 
Empecé a correr hace 12 años en la escuela de atletismo de la Universidad. Con 20 años de edad y un sobrepeso grave, empecé corriendo 100m, caminaba 100m, y así poco a poco me fui poniendo en forma. Descubrí nuevas sensaciones en mi cuerpo, descubrí el límite cientos de veces, y otras tantas veces lo superé. ¿Como? Con paciencia, con trabajo y con diversión, siempre disfrutando del camino.



En la escuela de atletismo aprendí a calentar y estirar, a practicar la técnica, a hacer series, pesas, gradas, circuitos de resistencia, microciclos y macrociclos. Aprendí a respetar al rival y al compañero, el valor de trabajar en equipo, el valor de compartir el agua en meta con los que pisaron el mismo asfalto que tú. Aprendí muchas cosas que luego me sirvieron para seguir mejorando, para seguir corriendo por mi cuenta después de la Universidad y conseguir haber llegado hasta aquí.
 
 
En 2006 empecé con el vicio de las carreras populares por culpa de mi amigo Manolo, Gabriel Motos y Manolo Pozo, locos del running que, además, practicaban triatlón en el Komando CT. Corrí mi primera Media Maratón en Santa Pola, en un momento personal muy triste. La carrera fue un desastre, pero cruzar esa meta después de todo el dolor y el sufrimiento que viví solo, yo con mis piernas y mis pensamientos en aquel kilómetro 18, es algo que recordaré toda la vida. Definitivamente aquello me cambió. He corrido desde entonces cientos de carreras, entre ellas las últimas 7 medias de Santa Pola consecutivas, 2 maratones, a veces mejor y a veces peor, pero siempre con ilusión y ganas de disfrutar de este bello deporte, del ambiente, del compañerismo, de esos nervios en la salida y esos abrazos en la meta.
 
 
Como todo influye, sin duda tener un trabajo más o menos estable y una familia feliz son elementos necesarios para tener el equilibrio, la salud mental y física y la fuerza para seguir adelante en ese día lluvioso, en esa mañana de enero, en ese kilómetro 36.
 
Ahora, a la vejez, estoy corriendo mejor que nunca y me estoy sintiendo mejor que nunca. ¿Por qué? No lo sé. Mi vida ha cambiado en muchos sentidos pero, sobre todo, el hecho de tener un hijo te hace replantearte muchas cosas y te da ganas de vivir la vida, de no perder un minuto, de aprovechar cada momento y eso te da una vitalidad y una fuerza que no se pueden explicar.
 

Ahora se abre ante mí un nuevo horizonte. Con el descubrimiento del triatlón, el empuje que da pertenecer a un club, la ayuda, el asesoramiento y la motivación que transmite, tengo la impresión de que esto está solo empezando, que lo mejor está por venir y que todavía quedan cosas muy interesantes por hacer.


Hoy cumplo 32 años y estoy en el mejor momento de mi vida. Gracias a vosotros, los que me animáis y me seguís en mis pequeños retos personales. Gracias.

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