domingo, 9 de junio de 2013

7 DÍAS

7 días. Han tenido que pasar 7 días para que pueda sentarme a explicar rápidamente lo que fue ValenciaLD. Un sueño personal, un reto de alto voltaje para un tipo como yo que se complicó mucho, que intenté salvar a última hora y que se puede resumir perfectamente en una palabra: acabé.


No voy a escribir una crónica detallada porque fue muy largo, pasaron demasiadas cosas (sobre todo por mi mente) y de todas formas no seria capaz de explicar lo que se siente, lo que representa y significa correr una carrera así con la escasa preparación que yo lo hice, tirando todo de cabeza y corazón.



Durante la carrera maldije mil veces el horrible mes de abril que pasé, Fiestas al margen. Aquellas semanas  debían haber fundamentado toda mi preparación, y fueron un fracaso absoluto. Luego, el trabajo desarrollado en mayo con más moral que sentido sirvió para llegar con opciones de acabar, pero no cabe duda de que la carrera se disfruta más si la preparas bien, como hicieron mis compañeros. Enhorabuena a todos, y por mi parte creo que debo estar orgulloso. Conseguí completar la bici sin mayor inconveniente y luego corrí la media maratón más larga de mi vida: 2h20' a mediodía en la playa bajo un sol de justicia. Gracias a Dios por crear la brisa marina que nos dio vida a los sufridores, gracias a la bebida isotónica que nos dio sales (kilos de sal seca exudada en mi tritraje) y gracias a todo el apoyo que recibí en cada curva del circuíto. Así es imposible fallar. Esta medalla de "finisher" es toda para Raquel que se la ganó desde el primer minuto hasta la paella de después.



El resultado: mi primer Medio Ironman completado con 6h15', un recuerdo inolvidable y una lección aprendida. Hay que prepararlo bien, y salir a disfutar.



Ahora llega la hora de planear nuevos retos, y trazar nuevos caminos para poder alcanzarlos. Hay que corregir muchas cosas: alimentación, peso, condición física, postura en la bici, técnica de natación... Pero también se vienen unos meses de verano que pintan muy bien. Como los malos estudiantes que se ponen las pilas en verano, voy a aprovecharlos y trabajar ahora para llegar a septiembre en las mejores condiciones. Hay que tratar de convertir este 4'9 en un Sobresaliente. ¿Seré capaz? Dibujemos el camino...

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